El Just in time (JIT) o justo a tiempo son un sistema de producción japonés, que ha tenido un auge descomunal en las últimas décadas. También conocido como método Toyota, permite reducir costos, especialmente, de almacenaje, embalajes, y en los productos finales. Pero, como funciona Just in Time.
Así funciona Just in time
En esencia esta metodología se basa en hacer llegar tanto los materiales a las fábricas como los productos a los clientes Justo a tiempo. Con la particularidad de que solo se usa lo estrictamente necesario y en las cantidades necesarias.
Con esta metodología se reducirá la necesidad de almacenaje y con ello, los tiempos de producción. Ya que si no hay materiales en el almacén menos tiempo se pierde en moverlos a la planta de producción. Esta metodología debe ser muy precisa, por ejemplo, Toyota, el día que recibe los materiales y los monta, es el mismo día que los coches salen de la línea de producción. Esto les permite reducir los costes de gestión, revisión de inventarios, perdidas en almacenes.
Es cierto que todo debe estar bien medido y calculado para que esto sea así. Pero, es posible.
Filosofía Just in time
La filosofía JIT se traduce en un sistema que tiende a producir justo lo que se requiere, cuando se necesita, con excelente calidad y sin desperdiciar recursos del sistema.
El JIT es una metodología de organización de la producción que tiene implicaciones en todo el sistema productivo. Además de proporcionar métodos para la planificación y el control de la producción, incide en muchos otros aspectos de los sistemas de fabricación, como son, entre otros, el diseño de producto, los recursos humanos, el sistema de mantenimiento o la calidad.
Objetivos de Just in time
El objetivo principal de los sistemas Just in time, es la eliminación del despilfarro. Es decir hacer todo lo posible por suprimir tanto las actividades innecesarias como sus consecuencias. Algunas de ellas son:
- La sobreproducción (fabricar más de lo necesario)
- El almacenaje
- Las operaciones innecesarias (aplicando nuevos procesos)
- Los desplazamientos (tanto de personal cómo de material)
- Los inventarios
- Las averías
- Los tiempos de espera etc….
Eliminar el despilfarro conlleva dos aspectos fundamentales de esta filosofía.
Un enfoque proactivo: Este consiste en buscar los problemas, antes de que sus consecuencias se manifiesten espontáneamente. Lo que refuerza el promover iniciativas de mejoras continuas en prácticamente todas las áreas del sistema productivo.
Y la aplicación de objetivos que afectan a todos los aspectos de la producción, y que dan lugar a diversas formas de actuación recogidas en las técnicas de producción Just in time.
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